domingo, 10 de octubre de 2010

Cerámica de Sitios Arqueológicos de Oriente

Antecedentes

PeriferiSurorientaMaysegúLothrop

Uno de los primeros artículos sobre arqueología de El Salvador fue publicado en 1915 por el antropólogo Herbert Spinden. La propuesta del autor se basa mayormente en evidencia sustraída de colecciones privadas, la cual le permitió hacer un resumen de la prehistoria del país en general, basándose sobre todo en un estudio comparativo con la zona mesoamericana.





Samuel KLothrop
El segundo artículo proviene del arqueólogo norteamericano Samuel K. Lothrop, publicado en 1939. La propuesta de este autor no aborda directamente una cronología para El Salvador, sino que vislumbra el tema a partir de la búsqueda de la frontera suroriente Maya, basándose en referentes históricos y lingüísticos e integrando la información a la evidencia arqueológica hasta ese momento recuperada. Esto es importante para la arqueología de oriente, pues Lothrop hace uno de los primeros intentos por definir intercambios culturales para esta zona. El autor establece cuatro áreas ubicadas en el occidente y centro de El Salvador en las que grupos lingüísticos mayas se encontraban asentados a la llegada de los españoles (Lothrop 1939). En consecuencia, el autor sitúa los límites de la frontera maya en la ribera occidental del río Lempa. Posteriormente se publican los resultados de las exploraciones de John M. Longyear, resultando dos estudios importantes (1944 y 1960) en el que, entre otras cosas, Longyear muestra los datos de la excavación en el sitio oriental Los Llanitos y hace una comparación cerámica entre diferentes sitios de oriente y occidente. En ambas el autor, se establece en base a la evidencia arqueológica una diferencia clara entre el área cultural occidental y oriental. De acuerdo a Longyear esta división se encuentra sustentada, además, por la presencia de grupos mayas, principalmente en el occidente de El Salvador antes de la Conquista y por grupos Lencas que habitaban el Oriente de El Salvador, excepto por una isla de hablantes Matagalpa en el extremo noreste. El grupo lingüístico Lenca se extendió hasta el norte de Honduras, por lo menos hasta el Valle de Comayagua. En 1960 el arqueólogo alemán Wolfgang Haberland, hace una interesante división regional de El Salvador basada en las fases cerámicas de diferentes sitios, difiriendo de la de Longyear. El objetivo de Haberland es establecer una secuencia cerámica para el oriente de El Salvador basada en sus reconocimientos y excavaciones, así como en referencias de los estudios de Lothrop, Longyear y Coe que lo precedían. El autor logra identificar tres áreas culturales que dividen El Salvador: 1) occidente, 2) centro y 3) oriente. Haberland interpreta la zona central como una especie de frontera entre occidente y oriente, donde se pueden encontrar tradiciones cerámicas de ambas zonas. De acuerdo a Haberland, Morazán hay algunos problemas históricos interesantes, como la importancia del alcance costero en el desarrollo social, el origen de la técnica Usulután y la interconexión de las culturas de Centroamérica y Mesoamérica que ocuparon la región central.


CerámicrecuperadeAsanyamba





Wofgang Haberland en Corinto, Morazán

La Gruta del Espiritu Santo



Este sitio arqueológico ubicado a un kilometro al norte de Corinto en Morazán posee pinturas rupestres que posiblemente fechen al período Arcaico (aproximadamente 8000  a 1800 a.C.)
Este puede ser visitado por los turistas sin ningún costo , cuenta con guarda parques que pueden acompañar a los visitantes en su recorrido, este forma parte de la lista de futuros parques arqueológicos de El Salvador ya que es el único mínimamente habilitado para recibir visitantes.
Este sitio representa diversas superficies que han sido alteradas con pintura o grabados de formas abstractas, naturales que están plasmadas en rocas o muros rocosos, estos contienen simbología antigua y figuras humanas,manos,serpientes, lanzas entre otros.
Este abrigo rocoso fue decretado Monumento Nacional y posee la colección de pinturas rupestres más grande de el salvador.




Lugareños cuentan leyendas que este lugar es considerado como un centro astronómico manejaban fuego, tierra, aire y agua, lo manejaban como un reloj, podían identificar las estaciones del año.
También este lugar es de importancia para muchos arqueólogos de Latinoamérica, por la pintura rupestre, por la formación de la cueva, y las partes de entradas de luz que son similares a la de machu pichu en Perú.
Se cree que muchos de los abrigos rocosos en esa época se utilizaban de forma ceremonial.